El objetivo es asegurar la cobertura  Los tres operadores de telefonía móvil más importantes de España han decidido compartir sus infraestructuras para asegurar la cobertura. Vodafone, Movistar y Orange compartirán emplazamientos comunes, azoteas de edificios en las zonas urbanas o en torres metálicas en las rurales, siendo Orange, el operador más pequeño de los tres, líder en esta práctica, con el 16% de sus antenas compartiendo espacio con sus rivales.
Una de las causas principales que ha llevado a las grandes operadoras a tomar estas medidas es la tendencia de los últimos años por parte de los municipios a restringir la instalación de antenas de telefonía móvil, sin prohibirlas, pero ralentizando la obtención de autorizaciones para su emplazamiento, que en ciertos casos, como el de la Comunidad de Madrid pueden tardar hasta 18 meses.

Con acuerdos como el firmado recientemente entre Vodafone y Orange, que compartirán las infraestructuras de sus redes de tercera generación en las poblaciones de menos de 25.000 habitantes de toda España, se consigue, además de la reducción del número de antenas desplegadas, elevar la cobertura y ahorrar costes de alquiler y mantenimiento.

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