La conmemoración del nacimiento del título de Ingeniero de Telecomunicación en 1920, es un buen momento para constatar el papel histórico del sector y su responsabilidad en la transformación digital actual, pero también para definir su compromiso con la evolución de la sociedad en el siglo XXI.

El título oficial creado hace un siglo sigue siendo el mismo, pero la sociedad de 2020 ha experimentado un cambio radical en su relación con las telecomunicaciones. La digitalización ha modificado por completo el mundo al convertirse en un elemento decisivo en todos los ámbitos de la actividad humana.

Este cambio va más allá de la transformación tecnológica y atribuye a los profesionales de la telecomunicación una cuota de responsabilidad en la profunda transformación que está experimentando la humanidad gracias a la eclosión de las comunicaciones.

El importante número de eventos e iniciativas previstos para conmemorar el centenario de la profesión contribuirá sin duda a poner de relieve ante la sociedad el papel presente y futuro del Ingeniero de Telecomunicación. Veamos a continuación algunos factores clave con relación a este papel.

Más inteligentes y resilientes
La capacidad de mejorar y aumentar la transmisión de información está ayudando a diseñar e implementar soluciones más inteligentes en todos los ámbitos. Esta idea -ilustrada a menudo con el término “smart”- está asociada a la creación de sistemas cada vez más eficientes en ámbitos como las ciudades, las redes de energía, la industria, el turismo, la logística y el transporte o la agricultura, entre muchos otros.

Las soluciones inteligentes ofrecen una mejora de la gestión y con ello proporcionan un elemento cada vez más importante en el siglo XXI: la resiliencia, entendida como la capacidad de adaptación de los sistemas a cualquier perturbación externa de manera que estos puedan seguir funcionando lo más normalmente posible en la adversidad.

La pandemia mundial ocasionada por el COVID-19 sería un caso paradigmático de resiliencia facilitada por las telecomunicaciones. En general, la transformación digital está permitiendo la adaptación de todos los sectores claves de la sociedad a los cambios gracias a distintas tecnologías que el Ingeniero de Telecomunicación domina y entre las que cabe destacar 5G, la ciberseguridad, el desarrollo de redes con alta capacidad, el Internet de las Cosas (IoT), el blockchain, la industria 4.0, el uso del Big Data y la Inteligencia Artificial.

Los profesionales, la punta de lanza
Los retos citados requieren buenos conocedores de la tecnología que sean la punta de lanza de la transformación digital. Los Ingenieros de Telecomunicación son responsables de las herramientas que permiten incrementar la robustez de las redes, la interoperabilidad, la posibilidad de redimensionar las capacidades, y la mejora de la conectividad. Los Ingenieros de Telecomunicación poseen, por tanto, el know-how y la inteligencia para que las infraestructuras respondan adecuadamente al crecimiento exponencial de las demandas de comunicación.

Pero los ingenieros también se han convertido en profesionales intuitivos, capaces de “leer” qué hay detrás de esas demandas, y lo suficientemente creativos, flexibles y ágiles para ofrecer respuestas adecuadas también desde el punto de vista del progreso humano.

En el futuro la sensibilidad social deberá ir cada vez más de la mano del conocimiento estrictamente tecnológico. Ya hoy este fenómeno empieza a hacerse evidente. Sin ir más lejos, las telecomunicaciones están ayudando inequívocamente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por Naciones Unidas para el horizonte 2030.

Estrategia de país
España posee un ecosistema tecnológico diverso, innovador y emprendedor, formado por distintos agentes y grupos de interés, como escuelas universitarias, empresas, asociaciones, grupos de pensamiento, redes de colaboración, etc.
En este contexto destaca un colectivo profesional representado por el COIT/AEIT que, además de numeroso, es flexible y está altamente cualificado gracias a la excelencia de las Escuelas de Telecomunicación españolas. Todo este ecosistema hace de las telecomunicaciones un sector con un papel estratégico a nivel de país.

La Administración pública ha reconocido este papel través de la constitución de dos Secretarías de Estado vinculadas al sector y encuadradas en el Ministerio de Asuntos económicos y Transformación digital.

Conectar con la sociedad
Uno de los grandes retos de los Ingenieros de Telecomunicación es mejorar su proyección social. Se trata en definitiva de visibilizar su actividad en un sentido doble: para que se conozca el valor de la profesión y para hacer más comprensible al gran público el mundo de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Es un reto pedagógico y divulgativo de gran magnitud en el que se ha de trabajar intensamente.

Conectar con la sociedad permitirá que “nuestras” tecnologías dejen de ser un ámbito “oculto” y dará respuesta a una demanda existente por saber y conocer por parte de la sociedad. A la vez, contribuirá a estimular el interés de los jóvenes por el conocimiento científico y tecnológico, lo que garantiza la formación de nuevos profesionales para el futuro.

Sin duda, la celebración en 2020 del centenario del título de Ingeniero de Telecomunicación es una magnífica oportunidad para reflexionar sobre nuestro futuro y el papel protagonista que hemos de asumir.

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